HOJA EN BLANCO

El ciclo inició y con él aparecieron muchas sorpresas que, sin decir algo siquiera, solo debía disfrutar.

Primer día: clases a las 7am. Despertar por lo menos a las 5:30am no era tan mala idea (ya que así aprovecharía muy bien todo el día).  Subí el Syllabus a SIGA y vi la lista de los inscritos en el curso: eran cerca de 130 alumnos, dos salones, una facultad. Entonces, no tuve más dudas: frente a mí tenía una colosal oportunidad. 

Entre sueños imaginé el primer día de clases y cuando desperté, no me pareció tan mala idea. La cuestión versaba así: "Buenos días alumnos. Por favor, saquen una hoja en blanco y respondan. Primera pregunta: ¿qué nociones tienen de la Filosofía? Segunda: ¿para qué creen que sirve? Cuentan con diez minutos".

No pretendí asustar, desaprobar o 'impartirles' miedo desde el inicio. Con estas preguntas, solo quise conocer qué conocían de Filosofía aquellos adolescentes de 16 a 18 años que empezaba a conocer.

Tiempo concluido. 

Entreguen  sus hojas.